miércoles, 21 de enero de 2009

Barack Obama emplazado a cumplir sus promesas

Con la toma de posesión la víspera de la presidencia de EE.UU., comenzó para Barack Obama la verdadera prueba sobre su voluntad de cumplir las promesas que hizo al electorado que lo eligió y al mundo.

Los panelistas del espacio audiovisual Mesa Redonda comentaron este martes la agenda visible que le espera al mandatario número 44 de la Unión, quien hace historia por ser el primero de origen afronorteamericano.

Profunda crisis económica, dos guerras, numerosas cárceles secretas, limitado sistema de salud para una población que supera los 300 millones de personas, prolongado dilema migratorio con más de 12 millones de indocumentados y pésima imagen internacional, son conflictos que afrontará el político que llegó anunciando tiempos de cambio.

El foro de la radio y la televisión cubanas mostró resúmenes del discurso de Obama en su toma de posesión, y analistas que destacaron la baja popularidad de los salientes Bush y Cheney en sus cargos de presidente y vicepresidente, respectivamente.

Se supo que más de 50 mil efectivos militares participaron en la custodia de la ceremonia de toma de posesión, que costó unos 150 millones de dólares; se añadieron 100 cámaras más a la habitual vigilancia, lo que se estima como el operativo más grande para ese tipo de evento, al que asistieron unos tres millones de visitantes en Washington.

Expertos consideran al racismo la principal amenaza a la vida del nuevo Presidente, dijo el moderador Randy Alonso, quien recordó antecedentes de amenazas directas a Obama, el candidato presidencial que más temprano recibió protección estatal.

El doctor Esteban Morales, profesor titular de la Universidad de La Habana, dijo que Obama presenta la economía en tonos dramáticos, como reto actual de EE.UU., y que en realidad, afirmó, sigue descendiendo sin que se vean fórmulas de reanimación.

Añadió el experto que el anuncio de emprender un amplio programa de obras públicas para fomentar empleos se aprecia como medida realista, más allá de la asignación de fondos financieros para salvar a diferentes empresas.

El periodista Reynaldo Taladrid afirmó que los desempleados (unos 12 millones, sin incluir a quienes solo tienen trabajos temporales y a quienes por vez primera buscan ocupación) reflejan lo crítico de la crisis, mientras que Obama advirtió que esa situación puede empeorar, y 75 millones de norteamericanos no tienen plan de jubilación.

Lázaro Barredo, director del diario Granma, estimó que los temas sociales fueron abordados en segundo plano por el nuevo presidente, al dar atención prioritaria al impacto de la crisis económica en el país y en el mundo.

Todo el dinero destinado a programas de reanimación económica debe fundamentarse en la recuperación de inversiones y fomentar empleos, consideró Barredo; citó cifras que demuestran las graves crisis en los servicios deficitarios de salud y educación, y recordó que el pueblo espera el cumplimiento de las promesas.

W. Bush deja el más bajo nivel de aprobación en toda la historia de América Latina, como consecuencia de sus erráticas políticas, afirmó Barredo, quien indicó que esta región no se aprecia como prioridad para EE.UU., y Obama no ha sido explícito al respecto, por lo que habrá que observar hasta qué punto existe una voluntad de respeto.

La analista Juana Carrasco comentó que los inmigrantes ilegales se elevaron en EE.UU. en 40 por ciento desde el año 2000; recordó que las condiciones de vida de esas personas son precarias, y estimó que se trata de otra de las prioridades que debe abordar el nuevo Presidente.

También se refirió a la errática política que practicó W. Bush en protección ambiental, y dijo que aunque el nuevo ejecutivo prometió impulsar las fuentes de energía renovable, en su discurso afirmó que no pedirían perdón por la forma de vida norteamericana, cuando se conoce que ese estilo es altamente derrochador y contaminador del medio ambiente.

Los trabajos de Hércules son un juego de niños ante las tareas que Bush le deja a Obama en dos guerras de agresión, estimó Carrasco, y recordó que entre 600 mil y un millón de iraquíes, y unos cuatro mil soldados norteamericanos cayeron en esa conflagración, de donde Obama anunció la retirada, pero no así de Afganistán, donde, dijo, duplicará los efectivos.

En el ámbito internacional, mandatarios y otros altos funcionarios de varios países coincidieron al señalar el carácter histórico de la llegada de un afronorteamericano a la presidencia de EE.UU., y en general expresaron esperanzas de que la nueva administración pueda rectificar errores de su antecesor, según publicaciones en Internet.

Trascendió que Obama ordenó a las agencias federales detener la autorización de normas pendientes (dictadas por W. Bush) hasta que sean revisadas por el nuevo Gobierno, mientras que el Senado aprobó a seis secretarios del nuevo gabinete y aplazó un día la consideración de Hillary Clinton como secretaria de Estado. (Roberto Pérez Betancourt/AIN).

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